Sacramentos
“He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
MATEO 28:20
Los siete sacramentos (Bautismo, Confirmación, Sagrada Comunión, Reconciliación, Matrimonio, Orden Sagrado y Unción de los Enfermos) son la vida de la Iglesia Católica. Cada Sacramento es un signo exterior de una realidad interior instituida por Jesús que imparte una gracia especial. En la adoración le damos a Dios lo que le debemos; en los Sacramentos, Él nos da las gracias necesarias para vivir una vida verdaderamente humana.
SACRAMENTOS DE INICIACIÓN
Los fieles renacen por el Bautismo, se fortalecen con el sacramento de la Confirmación y reciben en la Eucaristía el alimento de la vida eterna. Mediante estos sacramentos de iniciación cristiana, reciben así, en medida creciente, los tesoros de la vida divina y avanzan hacia la perfección de la caridad.
Catecismo de la Iglesia Católica, 1212
Bautismo
Confirmación
Eucaristía
SACRAMENTOS DE SANACIÓN
El Señor Jesucristo, médico de nuestras almas y cuerpos, que perdonó los pecados del paralítico y le devolvió la salud física, ha querido que su Iglesia continúe, con el poder del Espíritu Santo, su obra de curación y salvación, incluso entre sus propios miembros. Este es el propósito de los dos sacramentos de curación: el sacramento de la Penitencia y el sacramento de la Unción de los Enfermos.
Catecismo de la Iglesia Católica, 1421
Confesión
Unción de los enfermos
Sacramentos al servicio de la comunión
El Orden Sagrado y el Matrimonio se orientan a la salvación de los demás; si bien contribuyen también a la salvación personal, lo hacen mediante el servicio a los demás. Confieren una misión particular en la Iglesia y sirven para edificar el Pueblo de Dios.
Catecismo de la Iglesia Católica, 1534
Matrimonio
Sagradas Órdenes
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