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Bienvenidos a la Iglesia Católica
Santo Domingo

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Horarios de misa

Lunes a jueves: 7:45 a. m.

(Entrar por la Puerta Sur)

Sábado: 4:00pm (Sin Incienso)

Domingo: 7:30 a. m. 9:30 a. m.

en español: 11:45 a. m.

Adoro te devoto,

Una noche de adoración y confesión

LUNES POR LA NOCHE desde

19:00-21:00 horas

Confesión

Sábado: 15:00-16:00 horas

Lunes: 19:00-21:00 horas

Dom: 11:00-11:45

Oremos con los Hermanos Dominicos:

(en el Priorato Dominicano en Grove St.)

Laudes cantadas

(Oración de la mañana).

De lunes a viernes a las 7 am

Vísperas cantadas

(Oración de la tarde).

De lunes a viernes a las 17h

Domingos a las 17:30 horas

“Alabar, bendecir, predicar” – Lema dominicano

XXIX Domingo Ordinario

Una de las grandes alegrías de tener amigos de toda la vida es que, si prestamos atención, nos sorprenden. Justo cuando creemos conocerlos a fondo, dicen o hacen algo que nos hace mirarlos con nuevos ojos.

Las parábolas son así. La viuda y el juez están en nuestro ADN. Conocemos al juez de corazón duro (e incluso puede que tengamos personas en nuestras vidas que nos lo recuerden), y, por supuesto, la viuda somos nosotros, rogándole a Dios cada día por las cosas que necesitamos y por la paz en la tierra.

Pero una canción, The Widow and the Judge, de Colleen Fullmer, (animada por la Hna. Martha Ann Kirk, CCVI, me impactó y me hizo ver de una manera nueva esta historia icónica, y nunca la he visto igual desde entonces. ¿Qué pasa si la viuda necesitada no somos nosotros, rogándole a Dios que nos dé lo que necesitamos, sino Dios? ¿Qué pasa si Dios es la viuda, llamando a las puertas de NUESTROS corazones, y nosotras somos el juez, reteniendo las cosas buenas necesarias para una verdadera paz en la tierra?

¿Y si no somos nosotros quienes buscamos justicia, sino Dios, quien nos ruega que la hagamos? Esto nos lleva a preguntarnos: si escuchamos a la viuda (Dios) llamando a la puerta, ¿cederemos finalmente y haremos justicia verdadera? Justicia, justicia buscarás, dice Deuteronomio 16:20.

Y no domestiquemos a esa viuda. Abraham Heschel escribe que «Dios se enfurece en las palabras de los profetas». Es imposible no escucharla.

Y esa última línea del evangelio de hoy realmente impacta. ¿Encontrará Dios fe en la tierra cuando Cristo regrese? Se rumora que hay una generación de jóvenes católicos reavivándose. Ojalá que así sea.

Kathy McGovern ©2025 Traducido por Deisy Andrew

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